Voluntariado y la sociedad
Personalmente, creo que para conocer nuestro entorno y nuestra realidad debemos de acercarnos a esta, salir a la calle, observar, hablar con los demás…
Hace unos meses realicé un voluntariado organizado por Cáritas en el que me puse en la puerta de un supermercado de Toledo a incentivar a la gente a donar alimentos y bienes de primera necesidad que escaseaban en el almacén de ayuda a los demás.
A raíz de esta experiencia viví
bastantes situaciones que me hicieron reflexionar y ver esta realidad que se manifiesta
cada día en la sociedad.
¿Qué es el voluntariado? ¿Qué nos aporta?
El voluntariado es ofrecer nuestro tiempo para ayudar al resto de personas que lo necesitan sin esperar nada material a cambio.
Las actividades de los voluntarios nos permiten utilizar nuestro tiempo para recopilar experiencias que realmente nos aportan a nosotros mismos y al resto en el ámbito moral, social, personal...
Los voluntariados forman parte de la sociabilización secundaria y de la educación informal, es decir, la experiencia de formar parte de nuevas situaciones sociales fuera del entorno familiar y escolar nos permite descubrir nuevas ideas.
Estas actividades nos hacen partícipes de lo que ocurre en nuestro alrededor día tras día, aportándonos un pensamiento crítico y conciencia social.
¿Qué hice?
Decidí ir a la puerta de un supermercado de Toledo para recoger comida y productos básicos para el banco de alimentos de Cáritas.
Me coloqué cerca de la puerta con un peto de Cáritas, las hojitas que debíamos repartir a la gente que pasaba a la tienda para priorizar los alimentos y productos que más escaseaban y cajas de cartón para que la gente depositara ahí los productos que quisieran donar.
En la lista estaban apuntados productos básicas como leche, papel higiénico, legumbres, productos de limpieza personal como gel, champú o pasta de dientes, aceite, galletas, papillas para bebés, etc.
Cuando cerraron la tienda habíamos
conseguido llenar casi las tres cajas y nos dirigimos al banco de alimentos
donde guardábamos y colocábamos todo lo que la gente había donado en el
supermercado.
El comportamiento de la población
Cuando estábamos en la puerta del supermercado nos dirigíamos a las personas que pasaban para explicarlos que éramos voluntarios de Cáritas y estábamos recogiendo comida y productos, los dábamos la lista para que supieran los que más escaseaban en la organización.
Cuando nos acercábamos observamos las diferentes formas en las que la población actuaba.
Al acercarnos algunas personas cogían la lista sonriendo y otras disimulaban con el móvil o pasaban sin mirarnos. Esto ocurría independientemente de la capacidad económica que aparentaban, del género y de la nacionalidad.
Sin embargo, nos dimos cuenta que cuando pasaban varias personas a la vez y una de ellas nos escuchaba y cogía la lista el resto que la veían lo hacían también, aunque al principio no tuvieran la intención de hacerlo.
Con esto quiero decir, que la
población en parte está influenciada por lo que hace el resto y, en general,
hacemos lo mismo que vemos que los demás hacen. De este modo, considero que si
unas pocas personas deciden donar algún producto, si el resto lo ve muchas más
personas se sentirán incentivadas y motivadas a hacerlo también.
Los problemas económicos
Al ir a explicar a una señora que iba con su hija pequeña la finalidad de nuestro voluntariado y ofrecerla participar en él, nos explicó la situación que estaba viviendo. Ella nos contó que apenas tenía para comer y que iba a comprar pañales porque no tenía dinero para más. Vivía sola con su hija y tenía que cuidarla y, además, hacerse cargo de la economía familiar.
Analizando la confesión de la señora, podemos ver que en este caso la familia monoparental provoca una sobrecarga económica y afectiva de la madre haciendo que se encuentre en un estrato bajo, es decir, bajo poder adquisitivo y pocos recursos.
Esta situación posiblemente influirá
en la actividad escolar de la niña. Aunque está claro que una familia
monoparental no es peor que la convencional, debemos analizar cada caso
concreto.
Los prejuicios
Al dirigirnos a un señor nos comenzó a gritar y a decir que todo lo que nos daban se lo quedaba la Iglesia para su beneficio propio y que él ya pagaba suficiente con sus impuestos.
Sin embargo, aunque sea una organización de la Iglesia católica su financiación es principalmente por aportaciones privadas.
Posiblemente su argumentación haya
sido creada a partir de la influencia social y no de su propia experiencia, por
lo que es necesario ir más allá de lo que la sociedad piense y formar un
pensamiento crítico basado en la experiencia directa y en la información a
través de fuentes fiables. Pero en ninguno de los casos se debe faltar el
respeto.
Reflexión
Este voluntariado me ha permitido acercarme y conocer la sociedad en la que vivo. Muchas veces pensamos que la gente no colabora por desinterés, sin embargo, mucho más allá de eso existen valores y situaciones individuales.
Al llegar allí pensaba que no íbamos a conseguir recaudar mucha comida al banco de alimentos por la falta de colaboración, creo que esto ocurre porque tenemos una visión negativa de nuestra propia sociedad ya que estamos rodeados de malas noticias que ocurren en ella.
Sin embargo, conseguimos llenar las tres cajas gracias a todas las personas que participaron. Muchas veces no nos damos cuenta de la amabilidad de la sociedad que nos rodea porque los medios de comunicación y las personas se centran en lo negativo y en muy pocas ocasiones en lo positivo.
Es muy importante acercarnos a la
sociedad en la que vivimos para no dejarnos manipular por toda la información
que nos rodea y obtener una visión y pensamiento crítico de nuestra sociedad a
partir de la experiencia y la colaboración.
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